Dejo que la irracionalidad tome de mí lo que quiera.
Amarre mi lengua.
Vulnere el hálito.
Evitando así, el sufrimiento desnudo y la mala compañía .
Sueño cada día con destronar a los falsos reyes.
Que mienten con recelo y no miran directamente.
Evoco lágrimas negras.
En la proximidad que da la espesura de lo perdurable.
En la proximidad que da la espesura de lo perdurable.
Anoto para no olvidar mi última palabra .
Con ese terror prohibido que genera y de-genera.
Liberando al horizonte de la verticalidad.
Liberando al horizonte de la verticalidad.