martes, abril 29, 2008

For Mí


Partí mi supuesta existencia en tres partes y hace un tiempo dejé atrás el primer trozo . Atrás quedaron mis manos de dedos cortos ocultándose entre las mangas estiradas de la chaqueta para que parezcan más estilizadas.Un paisaje mental donde no era más que una pluma de ganso que se había quedado enredada entre los arbustos muriendo en el tránsito entre deseo e identidad, y muchas de las cosas que ya, al haberse extinguido el plazo, olvidé por obligación.¿Qué sentí durante todo ese tiempo?, un poco de todo.Con el tiempo me fui transformando en un trabalenguas linguístico que no dejó entrever lo que le sucedía. La exposición es digna de los héroes no de los sobrevivientes , como no sabía quien era , muchas veces sobreviví y otras gané la batalla, aprendí a trepar los árboles, para mirar, desde la copa de éstos, todo cuanto acontecía sin ocupar roles protagónicos. ¿Sufría?, también era feliz. Perseguía a los gorriones, comía cerezas de los árboles, entregaba todo lo que podía y más.

Se aprende a condicionar los afectos cuando el cariño no es mutuo , a hacer muecas sin emitir sonidos , a esperar que ocurran milagros cuando el milagro no es uno mismo , también a defenderse del más hábil.

La cuenta de reloj - barómetro de las sutilezas - provisiona de escamas y una capa protectora anti- humanoide permite la respiración entre breves instantes de gloria . Mirar sin tocar. Apagar sin iluminar . Diafragmas paradójicos de un cuerpo que se vuelve vulnerable de tanto ocultar.

Imaginaba cosas mientras hacía otras tantas, visualizaba mi apariencia en los vidrios del salón, de cimiento gris observándolo todo sin ojos ni pestañas , subyugada al infortunio de lo que mi cabeza no somatizaba o dejaba de enfrentar . En el pasado , que vislumbraba cada vez que huía de él, enfrenté mis males evadiendo, consecuentemente, la sensación de vacío pues el puzzle no lograba encajar en el marco que había confeccionado para éste. Muchas veces sometí mis anhelos al hedor putrefacto de la soberbia desmedida , esa que vacia el seño y va marcando los zurcos en la frente , transformando a la mirada en una forastera sin remedio .
¿Arrepentida?, tal vez de sembrar en terrenos áridos , de no vivir lo suficiente cuando me invitaron a intentarlo. Debí caer más veces de las que he caído, también llorado todas las veces que quise , debí confiar en los dogmas que nacen del corazón y no de una coercitividad pobre y engañosa emanada de temores , frustraciones y trancas.

Necesité muchas veces de la inconsistencia, quise parir engaños, soportar la inclemencia, el mal amor, los deseos solitarios. Fumaba rencores, divagaba acerca del amor, la juventud y las experiencias, mirando sólo desde la ventana . Necesitaba transmutar, volverme tarántula , habría regenerado mis extremidades cada vez que me degustaban con cianuro.Intenté odiar y nunca pude , muchas veces castigué con el hermetismo a los que quiero porque pensé que mi existencia era un castigo para ellos. Callé, sí, callaba en extremo , sentía que mi pasar no era digno de nadie. Así conviví mucho tiempo con el mundo.Me volví un pequeño planeta dentro de un charco de almas. Comienzo a respirar por el alma de a poco, y deseo que la lluvia me regale granates y lavandas, para poder decorar mi bóveda púrpura y lanzar parábolas desde no sé donde.
Cuadro :" Joven mujer leyendo un libro en la playa ".
Pablo Picasso, 1937.