Propongo un brindis.
Adornado de omisiones y azucenas.
Por la compañía desinteresada, el desamparo y la utópica bonanza.
Por todos aquellos cuya subsistencia es una baraja.
También por la poesía, la paradoja y los bichos racionales .
Alzo la copa .
Imagino que las estrellas se retractan de aparecer en el infinito y se acercan a degustar la divina tentación.
Brindo por aquellos que hablan sin mojigatería.
Los que no desisten, los que han resucitado sin perjuicio del daño.
Por aquellas garras rígidas e impalpables que se defienden sin dar tregua.
Brindo por todos aquellos que gozan con lo simple.
Por los que no niegan lo vivido.
Los que están , los que nunca estuvieron, aquellos que mi razón ha borrado.
También por los personajes secundarios, los ausentes y los miserables.
Sobretodo brindo
por aquellos ...
que jamás convertirían la pasión en un fruto prohibido.
