El Hombre Sobre Viviente

El hombre sobre viviente sonríe sin expresión perdurable.Llora en secreto ,cambia de nariz, de zapatos pero no reconoce sus flaquezas .Jamás hace frente al pasado, ni menos a sus desvarios , que se vuelven aire. Ama más allá de sus propias fuerzas, pero reconocerlo le provoca un desequilibrio tal que oculta lo que siente sin siquiera notarlo .Reniega de sus dones.Sueña con golondrinas, grillos y vacas voladoras. Siente con intensidad la emoción y el desconcierto. Oculta sus excentricidades por temor y falta de sentido. Reniega , sobrevive con sus errores a cuestas. Busca incansablemente en la esperanza su última carta.

Siente que su conciencia no da cabida a las consideraciones del lenguaje subliminal . A veces se siente rendido , cuando el desafío se convierte en una aplanadora que lo deja malherido .La contrapausa hace posible que resucite a cambio de abandonar las apariencias. No descansa, no ve la luz del día. El show no da tregua a un personaje sin máscaras.

Así comienza su jornada , desde que abre los ojos. Cavila, soporta, desea ser alguien y no puede porque la subsistencia no le parece placentera .A veces siente una montaña en sus hombrosm, cuando se entrega deja la carga y fluye como una sinfonía.
Entendiendo que vivir en consecuencia es el resultado de un libreto sin desenlace.


Cuadro: " Hombre sobre fondo gris".
Iván Petrovszky

Dolores concientes

Duele el cuerpo.

Cuando se pierde el alma.

Duele el cráneo.
Cuando la tibieza se quebranta.

Duele el hedor ajeno .

También el sueño o el recordar los cencerros de las vacas.

Duelen las circunstancias, los efectos y no las causas.

Tensión visual de alcanzar lo imposible sin buscarlo.

Duele creer de nuevo.
Cuando no se tienen las armas ni los premios de consuelo.

Duele todo sin excepción.

Duele no poder actuar de otra manera en las mismas circunstancias.

Recomenzar

No hay existencia previa.

A esta vida que es sólo una.

Que lanza cuchillos y sostiene lo imposible.

El aire sangra.
El cuerpo impide.
La verdad enfrenta.

Así aparece lo que nadie busca.
Desaparece aquel temblor de manos.
Para vivenciar los misterios infundados.

O silenciados por el divino error.

Tal vez un día.

El olvido recobrará.

Lo que niega una y otra vez el horizonte en medio de una tempestad.

Aquella Sensación

Aquella sensación - o deseo fractal - de querer tocar el mundo , me transforma en presa, carroña o punto concéntrico de la línea de tiempo , del deseo incumplido o de la habitación con goteras.

Ese deseo - poco difundido e indescifrable - de soñar y despertar en el sueño , escribir una historia con desenlace , detener la vista en algo que se vuelva real y no nube eterna , ha ido carcomiendo mi dedo índice , mis precipicios y los abismos que me atan a todo lo que tenga sentido pero que no logra ser palpable .

He ido tocando el cuerpo del infinito.Las estrellas y los girasoles inventan un diálogo placentero que forma telarañas de seda donde me protejo del hielo y la condena . Descubro la espesura de la palabra, la corrompo aunque no logro poseerla . Abuso de ella, así como el destino ha abusado de mis decisiones. Conciente de ser parásito lunar , aquella híbrida sensación de amar de manera incorrecta me deforma. Los perros sostienen su humanidad en cuatro patas. Los errores no se sostienen a sí mismos. Mis errores serán cancelados sin perdón ni evaluaciones previas.

Aquella sensación sólo se volverá liviana cuando las pisadas dejen huella indeleble con los cincos dedos y no sólo se haga visible en la arena una marca de suela gastada.