He ingresado a un extraño túnel. Con una apariencia de coágulo mental ,cubierto de bruma callada y de luces ensordecedoras.En su interior veo lo que afuera se difumina.Voy avanzando a medida que mis fuerzas lo permiten. Es una mezcla abstracta : vivencia , sobredosis y falso coraje.Mis caprichos son órdenes. El mandato será siempre avanzar sin memorizar. Me permito errar y sufro.Sufro irremediablemente por las cosas que no hice, por los dichos que no dije y por las personas que no he amado y siempre quise. Lloro con la almohada cuando he cruzado el río y dejo atrás cada pedazo sangrante. Agrietada felicidad, siempre pareces inabarcable.Te he alcanzado a ratos. A los pocos minutos, te pierdo de vista.Retomo mi alquímico e indeleble amor propio ; tan vapuleado y rugoso. Voy marchando en medio del túnel. Al parecer el tiempo se detiene y sólo soy capaz de imaginarme vestido de espíritu y calor.
Comienzo desde el final. Acabo siempre en el mismo capítulo.En aquel donde soy un corcel de color azabache que compite sólo con la ligereza de sus piernas. Un corcel que es feliz sólo con agua y una palmada en su nariz .
El túnel , espacio extemporáneo, exento de ruidos y ambiguedades. Cada punto es una idea no resuelta.Un camino sin recursos. Un paseo por la avenida de la experiencia.
Deletreo cada metáfora, cada verso deshonesto,la línea del tiempo.Me convierto en un insulso neoplatónico y autogenero un mundo de ideas donde soy protagonista, encubridor y actor de reparto.Así parezco menos deshonesto y más talentoso. Avanzo. No hay señalizaciones ni paraderos. Cada quien, al parecer , llegará a la meta sin saber como lo consiguió . Lograré llegar antes de que la fantasía se apodere de mi discernimiento.
Las arañas tejen su red. Las personas parecen arañas, y no siempre tejen la misma red.
Desenmascaro - cual prestidigitador - aquel precepto inútil que es la inocencia. El pulso ya no es el mismo.Van cambiando las cosas, todo se vuelve coherente.Pensaba que nada cambiaba. Las formas y los fondos se vuelven maestros.Mi voz transforma los espinos en diademas de lirios silentes. Hay contacto, no existen los jardines en los cuentos donde la realidad oscurece la noche. Falta tanto para ver a lo lejos un rayo de luz. Por todos lados concreto y grises murallas , por todos lados pisadas abandonadas. No sé si saldré respirando de aquel interminable túnel.
Fotografía "El Túnel ", Carlos Bernal.
