sábado, julio 21, 2007

Dolores concientes


Duele el cuerpo.
Cuando se pierde el alma.


Duele el cráneo.
Cuando la tibieza se quebranta.


Duele el hedor ajeno .
También el sueño o el recordar los cencerros de las vacas.


Duelen las circunstancias, los efectos y no las causas.
Tensión visual de alcanzar lo imposible sin buscarlo.


Duele creer de nuevo.
Cuando no se tienen las armas ni los premios de consuelo.

Duele todo sin excepción.
Duele no poder actuar de otra manera en las mismas circunstancias.