Un rostro lleno de surcos invisibles , ojos amarillo luna y un pasado no desterrado .Primate en lo intangible , un cerebro atestado de quebrantos y un espíritu tan blanco que ni siquiera puede percibirse. Su fiel compañero,una botella de licor que nunca abre.Así no siente que todo aquel líquido desaparecerá como lo hicieron sus lágrimas. Secreta confesora,aquella armadura, que ya es su segunda piel y la única aspiración posible a una fe preprogramada.
Así pasa el tiempo para aquel ermitaño asustado -mitad hombre mitad niño - que divaga entre lo insurrecto y lo místico y que sólo sabe caminar de espaldas.
Presa fácil de las caricias, del desencuentro y del hastío .Su caparazón - de ladrillos -y sus extremidades -sólo nudillos -ya no le bastan para luchar contra el sinsentido. Débil y siniestro . Hombre de mil caras, no siente temor a caer en el vacío pese a tener las rodillas amoratadas . Su corazón siempre ha estado suspendido, la entrega ha sido fusilada.Una osadía extraña deambula en este ser que sin preferencias objetivas , concede espacio a la mentira y a la difamación disipada.
Se espanta como una comadreja y en el acto de escapar se mimetiza pareciendo una hoja más del jardín .Como un pez sin alas se defiende sin pudor, como si la vida siempre le jugase malas pasadas. Contradictorio, inquieto y supino . Hombre de manos calcinadas. La omisión le trae recuerdos que quisiera borrar. Bebedor de sangre destilada.
Candorosas mejillas que se refugian en aquellos tiempos de abundancia .
Su pasatiempo es observar sin querer descubrir nada nuevo. Como si su vida fuese un cuento sin final esperado. No desea que nadie descubra su coartada.
Siempre con la extraña sensación de tener el corazón cubierto de escarcha. Impredecible, cabizbajo . El talento fue para él una quimera insulsa , una musa de bigote y corbata.
Nunca aprendió a creer en espíritus .Ha perdido el rumbo, se ha quedado muchas veces sin armas. Fragilidad fútil, testigo del inquieto paraje del retroceso y de las matemáticas básicas . Se oculta , observa . No comprende las palabras que encierran el candor y los campos de abedules y mordazas.
No ama ni escucha. No siente, no clama, no crece. Estancado en la tregua del sino. Ni siquiera es capaz de utilizar a su favor la venganza.
Se somete a grandes conversaciones consigo mismo.Nunca navega contra sus dichos . Ausculta la bóveda celeste, su tezón jamás perderá el equilibrio .
Su actuar se basa en la necedad y el raciocinio, con la visión errada que da el mal amor y la falta de templanza.
