martes, diciembre 19, 2006

Despertar


Duérmete niño
Viniste al mundo a sonreirle a las estrellas y a las flores .

Disfruta aquel momento sin delirios ni arbitrariedades.
El cansancio está permitido.
Tu sonrisa muta con la fe y el deseo de la carne.

Duerme , duerme pequeño sin agobios ni fundamentalismos.
Tus pies parlotean con un corazón lleno de amaneceres y avatares.

Dueño absoluto de la inocencia y de las convergencias simples.
Reposa tu cuerpo exento de elucubraciones en aquel lugar donde los ángeles te acunan.
Donde nadie te hará daño.
Donde el hastío está permitido.
Así la alegría rebalsará tus besos y tu encanto.

No abras tus ojos.
Cuando despiertes la inocencia se habrá acabado.
Tendrás que tener agallas y dejar de ser un torbellino.
Tu mente se pondrá gris y la tibieza se alejará para siempre.

Todo cambiará cuando crezcas.
El impulso se volverá inclemente.
Tus alas se convertirán en razón profana.


Duérmete niño.
Duerme hasta que ya no lo resistas.
Hasta que te canses de correr, juguetear y balbucear.
Así cuando despiertes podrás ser jardín y no un puñado de cenizas.

Pintura: " Niño durmiendo", Diego Rivera.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Llegué a este blog por intermedio de un amigo que te visita religiosamente y quedé gratamente sorprendido de tus escritos y pensamientos que parecen degollar a los hombres y maltratarlos de una manera tan poética y maravillosa que dan ganas de meterse en tu cabeza y robar todas esas metáforas que no las había leído nunca antes. Sin duda debes ser una genia incomprendida, vive con eso porque no es tan malo y tus tataranietos te lo agradecerán
Saludos desde Colombia

Anónimo dijo...

Me intimidas